Discursos Sobre a Cidade - Reencarnación - Por Fe Alvarez
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Texto de Fe Alvarez
REENCARNACIÓN
La culpa fué de una preposición y es que las traducciones son muy traicioneras, si por añadidura, la susodicha traducción proviene de otra y esta de otra anterior, cuando llega a nosotros nada nos garantiza que estemos con la verdad entre manos. Me refiero a la resurrección, nos enseñaron de niños, en el catecismo que después de la muerte y en el fin del mundo vendría la "Resurrección de la carne" luego leyendo otras tendencias y creencias nos aseveraron que después de pasar del Arameo, al Griego, Latín, Inglés y de este llegar a los demás idiomas, se perdiera la verdad, esta era "La resurrección en la carne" o sea que de aquí parte la idea de las vidas sucesivas, la reencarnación, que
Allá por el año 722, (ya llovió) el noble godo, Pelayo, venció a los ocupantes sarracenos, en la batalla (escaramuza) de Covadonga, cimentando así el Reino de Asturias, que fué creciendo y ganando nuevos territorios para la causa cristiana, con Alfonso l, yerno de Pelayo, empieza la verdadera Reconquista, las batallas se sucedian y se aplicaban en esas tierras ganadas, la costumbre de "tierra quemada", es decir, los lugareños eran trasladados a asentamientos más seguros y así dejar al enemigo sin apoyos o provisiones, conseguidas en los pillajes. Naturalmente deduzco, que muchos habitantes del valle emigraron, forzados, por esta política, algunos llegaron a lo que en breves años sería el Reino de Leon, otros se aventuraron mucho mas lejos de este valle, traspasaron los Picos de Europa y con ello lograron, alejarse al máximo de las tierras gobernadas por los moros del Imperio Omeya; recorrido un tiempo y afianzadas las fronteras, hubo descendientes de aquellos desterrados que regresaron y quienes decidieran proseguir y asentarse en aquellas nuevas tierras, bien por gustos, intereses o amores. Como mi familia materna provenía de Leon y la paterna de Asturias y Chaves fué antes asturiana que portuguesa, románticamente alimento el sueño en el que algún espiritu errante y perdido, con añoranzas seculares decidió volver a sus raices originarias y en "una resurrección en la carne", la niña nacida en el Norte, acunada por las olas, dando mil vueltas su vida, con el tiempo vino a parar aquí y así navegar en los montes de Tras os Montes. Muy romántico verdad? ya pasaran muchos siglos y al espíritu no le fué nada facil la adaptación, la verdad es que los espíritus son muy suyos. Hoy siento mía, esta ciudad, como cualquier flaviense.