Crónicas de assim dizer
Como que por magia
Cierra la ventana,
cierra la puerta,
cierra los ojos,
cierra los oídos,
cierra todo lo que puedas,
incluso el pensamiento,
y quédate quieto.
Relájate cuanto puedas
y déjate dormir
sin miedos.
Deja que venga el sueño,
deja que venga el sueño
y de repente te encontrarás
en un Universo oscuro
relleno de un millón de estrellas.
Cada una de ellas
representa,
o simboliza,
una cosa que puedes tener.
Cuando eso sea,
cuando acontezca,
puedes abrir los ojos,
los oídos,
la ventana,
la puerta
y despertar el pensamiento,
pero hazlo despacio,
no estropees todo
con tu ansiedad,
hazlo despacio
con una cadencia
como la del tiempo,
una cosa de cada vez.
Las cosas vienen una por una,
de la misma forma
que se han ido.
No depende de ti
el irse
ni el venir!
No te creas,
casi nada depende de ti,
aún que a veces
te parezca lo contrario,
que el mundo
gira en tus manos,
no,
te equivocas!
Desde Galileo que el mundo
gira como loco
dando vueltas sin parar
en torno a si mismo
y en vuelta del Sol,
esa estrella tan distinta
que no nace para todos
como dicen,
pero solo para algunos!
Si,
para esos mismos,
los iluminados
que podrás ser tú,
yo
o el!
Eso
también no depende de ti!
No quiero decir
que por eso
te vuelvas la espalda
o que cruces los brazos,
no,
quiero decir
que no hay porque llorar
porque hoy la lluvia
no nos permite ver el Sol.
Mañana,
quizás no lo sepas hoy
ni siquiera mañana
si no abres lo suficiente los ojos,
el Sol podrá brillar
más que nunca en tu hogar,
dentro de ti,
en tu alma,
bajo tu piel!
Ni siquiera necesitarás
que alguien te lo diga,
tú mismo
sentirás un calor
que viene sin que sepas
bien de donde
pero oirás una voz sin timbre
que te dirá:
“Si,
eres tú,
tú mismo
lo que hoy he escogido
como el cuerpo
donde a partir de ahora
habitara un ser
que te hará feliz
por toda tu vida.”
Y en tus labios
se va a esculpir una sonrisa
que nadie va a entender,
pero que vas a sentir
como si una nueva vida,
tuya,
empezase ahí,
en ese momento,
justo en ese local,
que podría ser cualquiera
y en tu pensamiento,
como que, por instinto,
te va a venir una frase
que quizás años más tarde
vas a entender
con total y perfecta lucidez:
“Hoy,
he nacido yo!”
Cristina Pizarro